Con mucho poder…
Macri llega a la presidencia con bastante poder. Su triunfo fue convincente. No representa a un frente heterogéneo como se creía inicialmente, sino a un grupo bastante homogéneo y claro en sus aspiraciones. Tendrá la gobernación de Buenos Aires, de la Capital, de Mendoza, gran influencia en Córdoba. Seguramente sumará nuevos socios, afines a su corriente ideológica, que permanecían en el Kirchnerismo por conveniencia. Cuenta con el apoyo de sindicalistas poderosos, aunque sabe que se trata de un matrimonio de conveniencia y posiblemente pasajero. Los cargos principales del gabinete serán cedidos a ex directivos de poderosas firmas: Monsanto, Shell, J. P. Morgan. Será Macri quien proponga los nombres de dos vacantes en la Suprema Corte. Su gobierno controlará, como es de esperar, la televisión pública y seguirá contando con el apoyo de prácticamente toda la prensa y televisión privada. No se le escapará ni la AFA, cuyo presidente podría ser Marcelo Tinelli un animador televisivo muy cercano a su espacio político y que fuera declarado personalidad cultural de la ciudad de Buenos Aires bajo su mandato. El nuevo presidente fustigó por primera vez a la vieja “mafia del futbol que controla la AFA”. No lo había hecho durante su presidencia en Boca Juniors. Se enfrentará con una oposición inicialmente carente de liderazgo desde que el Kirchnerismo, tal como lo conocíamos, se diluirá rápidamente. Ello podría acrecentar su poder en las cámaras de Diputados y Senadores.
Macri usará, particularmente en el periodo de consolidación, un lenguaje conciliador y muy civilizado. Con ello ganará muchas simpatías. Sin embargo, será muy agresivo y rudo en reclamar todos los espacios de poder posible. Ya dio un anticipo de ello, con la ayuda de un Juez, en el procesamiento del Presidente del Banco Central por operaciones a términos en el mercado local y al administrador de PAMI por comprar bonos del tesoro nacional. A menos que el programa de estabilización económica lleve a una fuerte y militante oposición, el poder de Macri, al menos inicialmente, excedería el alcanzado por cualquier gobierno en el periodo democrático.
Cuidadoso en el periodo de consolidación…
Creo que Macri tomará algunas medidas iniciales que lo ayudarán a consolidarse. Cuidará que, en lo posible, sus políticas iniciales no afecten su consolidación en el poder, aunque eso no le será fácil. Como sería de esperar, acordará con provincias apoyos financieros para ganar adhesiones. También, acordará con provincias y municipios medidas de seguridad en las zonas urbanas donde viven la clase media y sectores más pudientes y adoptará una política de represión al delito sin poner límites al poder policial. No creo que vuelva atrás, esto es en forma explícita, en la política de derechos humanos. Si pienso que la ignorará por completo, ayudado por el paso del tiempo. No excluyo que comience a amnistiar a presos por violaciones a derechos humanos. Introducirá simplificaciones administrativas en todo lo que pueda y transmitirá de ese modo la imagen de un gobierno eficiente.
El desafío de la política cambiaria…
Los desafíos más fuertes y urgentes del próximo gobierno serán las políticas cambiarias y presupuestarias. En materia cambiaria, creo que Macri elegirá un camino inevitablemente riesgoso pero de grandes réditos políticos si resulta: inicialmente habrían dos mercados, uno “oficial” que incluiría básicamente importaciones, exportaciones y algunas transacciones de servicios y un mercado “libre” para el resto de las transacciones. Se eliminaría el “dólar ahorro” y el AFIP dejaría de intervenir en operaciones ajenas a sus funciones. Se eliminarían las retenciones a la exportación en un periodo corto. El mercado oficial estaría sujeto a aceleradas devaluaciones hasta llegar a un mercado único lo más rápidamente posible dependiendo de la profundidad de los cortes presupuestarios y de la entrada de capitales. En efecto, ese camino requeriría además gran apoyo financiero. Seguramente Macri intentará captar los dólares en circulación dentro del país y obtener líneas de rápido desembolso del Banco Mundial y otros organismos internacionales. No creo que recurra al Fondo Monetario pues no ganaría demasiado. Tratará de negociar con los llamados fondos buitres pero ese es un campo minado. Pagar lo determinado por el Juez Griesa como alguna vez él mismo demandara sería simplemente suicida pues con la fórmula del “me too” el monto inicial de 1.3 mil millones de dólares se multiplicaría por varias decenas. China podría ser de gran ayuda con nuevos créditos y facilidades. Si se respetan los acuerdos firmados por Cristina, claro está. En líneas generales, creo que Macri evitará la terapia del shock pero se moverá con mucha rapidez hacia la liberación cambiaria.
Cortando gastos…
La pérdida de ingresos por la reducción/eliminación de retenciones a la exportación impondrá desafíos presupuestarios formidables. Creo que reducirá gastos públicos quizás más agresivamente de lo que se piensa. Empezará por reducir subsidios al transporte, a la electricidad y a servicios públicos en general. Esos cambios pueden ser selectivos para proteger a los más pobres. Si elige el camino de una acelerada unificación cambiaria, la inflación, que disminuyó algo en los meses recientes se acelerará. Ello le permitiría “licuar” subsidios si al mismo tiempo se introducen ajustes de tarifas. Pienso que otros gastos también sufrirán cortes. La cultura, que recibió mucho apoyo en tiempos recientes, será relegada y, asumo, se le cortaran fondos. Pienso que lo mismo ocurrirá con la salud y la educación públicas. Las jubilaciones y los beneficios del PAMI caerán en términos reales, esto es en valores ajustados por la inflación (las jubilaciones mínimas de Argentina se reclaman hoy como las más altas de Sudamérica). Si estos ajustes proceden, el déficit presupuestario podría bajar, a pesar de la eliminación de las retenciones a la exportación. Subiría el desempleo. Sin embargo, cualquier impacto en los precios que supere el esperado durante las paritarias derivará en demandas salariales que los dirigentes sindicales, por comprometidos que estén con Macri, no podrán frenar. Allí se demostrará o no la cintura política del gobierno. Creo que de eso dependerá en gran medida si el gobierno se consolida para quedarse un largo tiempo o si queda herido.
La política internacional de Macri…
Macri intentará venderse en el mundo como líder de un viraje hacia la derecha en Sudamérica. Creo que, en efecto, ese sería el caso. Denunciará con mucha fuerza al gobierno Venezolano, lo que le será fácil pues dicho gobierno se ha desacreditado mucho últimamente aún entre sus partidarios. Quizás insista en que Cuba debe seguir abriendo su sistema; una posición extraña pues Argentina nunca condicionó sus relaciones con la isla. Esa posición, recientemente expuesta como candidato, parece más que nada destinada a ganarse simpatías en círculos republicanos de los EEUU. La insistencia de eliminar el acuerdo con Irán es meramente declarativa, sin valor operativo. Lo mismo puede decirse de la retórica contra Rusia, país con el cual Argentina si tiene relaciones comerciales no despreciables que deberá cuidar. Las relaciones con Bolivia se enfriarán pero no creo que se enfrente, al menos por ahora, al gobierno de Evo Morales. La situación de Bolivia no es comparable con la de Venezuela a juzgar por la estabilidad y crecimiento del país asi como por el prestigio del propio Evo Morales en Alemania y otros lugares de Europa. Las relaciones con otros países del Mercosur demandaran mucho esfuerzo. Particularmente con Brasil, el principal socio comercial de Argentina que absorbe más del 20 % del comercio exterior. Las relaciones con Brasil son delicadas pues la mega devaluación que introdujo su gobierno es un freno a las exportaciones argentinas y pone a la industria argentina a merced de la producción brasileña. En tal sentido, Argentina introdujo restricciones que crean fricciones. Creo que el objetivo de Macri es el de incorporar Argentina en algún pacto comercial dirigido por EEUU, como NAFTA o TPP. De lograrlo, el Mercosur se disolvería.
En el país del Papa, el medio ambiente seguirá ausente…
Dada la orientación del nuevo gobierno, no se espera que el tema de protección al medio ambiente ocupe un lugar significativo. A lo sumo emprenderá alguna obra de valor simbólico y publicitario. Cabe mencionar que el gobierno saliente no hizo nada por el medio ambiente.
Viene la derecha para quedarse?
Si el cuadro presentado es acertado, se afianzará sólidamente el gobierno de Macri? A mi juicio todo dependerá de que controle rápidamente la inflación, pueda introducir reducciones presupuestarias sin dañar su relaciones con los sindicatos más poderosos y la clase media que le dio sustento a su proyecto político. Alguna influencia perderá en sus meses iniciales. Por ejemplo, la de segmentos medios que con un dólar más caro no podrá viajar con la (insostenible) asiduidad con que lo han venido haciendo (De acuerdo a una reciente noticia, Argentina es el segundo país en número de visas otorgadas por EEUU, después de China). Sólo cuando el impacto del ajuste y la asociada redistribución de ingresos se haya manifestado en su totalidad, podrá comprobarse cuanto apoyo perdió el gobierno. Pero en un proceso de despegue económico ulterior podría recuperarlo si los tiempos electorales se lo permiten. Desde la oposición, Macri ha sido un genio del marketing. No sabemos si lo será desde el poder mismo. Allí es más difícil.