Aislados, temerosos, urgentes de atrapar el alimento, rápidos para escapar temblores y huracanes,
ignorantes,
decidimos mirar adentro, imaginarte.
Y crearte.
Será el cielo la quietud de tu morada y la tierra nuestra parada transitoria.
El pequeño precio de dolor, sudor y finitud que pagamos por un tiempo.
Por curiosos nomas!
Por haber despreciado la tremenda sugerencia de ignorar.
Y querer ser doctos!
Si, te creamos.
Te creamos para calmar el agobio cotidiano,
para volcar el juicio en la fantástica prosa poderosa.
Todo poderosa!
Crearte fue fácil.
Llevarte adentro complicado.