Parece haber muchas cosas que no sabemos sobre este caso. Pero ya se pueden sacar algunas conclusiones.
En primer lugar, el gobierno de Estados Unidos está trabajando para la recopilar y monitorear información sobre todo el mundo, proyectando así un poder muy superior a sus propias capacidades militares. Esto podría no funcionar en el largo plazo dado que la tecnología utilizada, por muy poderosa que sea, estaría obsoleta en no muchos años.
En segundo lugar, la influencia de la industria de la “consultoría” que se beneficia con los programas de recopilación y monitoreo de información parece gigantesca. El presupuesto de la llamada seguridad (que no incluye el militar) es de aproximadamente US$ 75 mil millones anuales[i]; un gran porcentaje de estos gastos se sub-contratan con empresas consultoras. Hay un ejército de trabajadores civiles en la industria de seguridad: más de 4 millones de personas tienen “top security clearance”; de ellos 500.000 son sub-contratistas privados[ii]. En muchos casos, el mismo “clearance” es proporcionado por empresas de consultoría contratadas al efecto.
En tercer lugar, el mundo todavía tiene miedo a los Estados Unidos. El acto de piratería aérea sufrido por el Presidente de Bolivia en Europa prueban este punto. Ningún gobierno parece deseoso de dar asilo incondicional a Snowden. Pidió asilo en varios países. Casi todos ellos dijeron que no en un modo u otro. La presión de Estados Unidos en el asunto parece ser muy intensa. Snowden podría preferir vivir en Viena y trabajar y hablar libremente allí. Sin embargo, pueda que al final deba ir a un país en desarrollo donde un cambio en la situación política podría resultar en su expatriación a los Estados Unidos. Es probable que Snowden deba limitar sus actividades contra los programas de Estados Unidos que él denuncia aunque esto no está claro (quizás ya proporcionó toda la información que tiene a terceros).
En cuarto lugar, las relaciones entre Europa y Estados Unidos están sufriendo. Pero esto podría ser un fenómeno de corto plazo. Lo que más sufrirá es la confianza en Estados Unidos. Es casi nula en este momento y es poco probable que se recupere en muchos años. Va a ser difícil para los Estados Unidos consolidar o iniciar alianzas estratégicas, incluso cuando existan intereses comunes con otros países.
En quinto lugar, Obama es el gran perdedor en todos estos eventos. Los jóvenes que lo apoyaban en otros países se sienten traicionados por él. La población más joven de los EEUU parece verlo ahora como “uno de ellos”, es decir como parte del poder tradicional que se intentó cambiar. Obama parece tener limitado poder en las cuestiones de seguridad. Más aún, no parece haber hecho esfuerzos para cambiar esa situación. Y si los hizo, es claro que ha fracasado. Tal vez el escepticismo y el cinismo cundirá entre amplios sectores de la población, especialmente entre los jóvenes. Eso es peligroso para cualquier sociedad.
[i] CNN, 07 de junio de 2013.
[ii] The Washington Post, 13 de junio de 2013.